Feria Medieval de ALMONACID DE ZORITA

1 y 2 de agosto de 2025

Mercado Medieval de Almonacid de Zorita
Mercado Medieval de Almonacid de Zorita

Feria Medieval 2025 en Almonacid de Zorita

 

Disfruta de la Feria Medieval 2025 en Almonacid de Zorita los días 1 y 2 de agosto. Actividades para toda la familia, cultura, naturaleza, talleres, espectáculos y más en el corazón de La Alcarria. ¡Un plan ideal de verano y turismo rural!

 

La historia y la fantasía regresan este verano a Almonacid de Zorita con una nueva edición de su ya tradicional Feria Medieval, que se celebrará los próximos 1 y 2 de agosto de 2025. Durante ese fin de semana, esta localidad de la provincia de Guadalajara volverá a convertirse en un escenario digno de la Edad Media, donde vecinos y visitantes podrán disfrutar de una experiencia única cargada de entretenimiento, cultura y tradición.

 

Uno de los grandes atractivos de la Feria Medieval de Almonacid de Zorita es su capacidad para sumergir al visitante en una recreación histórica detallada, que combina el rigor del pasado con el encanto de la animación contemporánea. Los asistentes podrán explorar un auténtico campamento medieval, participar en diversos talleres artesanales y participativos, y aprender en el aula de educación medioambiental, pensada especialmente para el público infantil y juvenil.

 

Además, los amantes de la naturaleza y la historia no querrán perderse la espectacular exposición de aves rapaces, que incluirá un impresionante espectáculo de cetrería en directo, una de las actividades más esperadas cada año.

 

El programa se completa con propuestas tan variadas como el taller de tiro con arco, teatro de calle, exposiciones temáticas y una oferta artística que llenará cada rincón del casco histórico: música medieval en vivo, danzas, bailarinas, magos, cuentacuentos infantiles y muchas otras sorpresas para disfrutar en familia.

 

 

Un poco de historia

 

La zona de la Baja Alcarria, y con ella Almonacid, estuvo ocupada por los árabes desde el año 712 al 1085. En el siglo XI se verificó la reconquista de esta comarca por el reino cristiano de Castilla. Ocurrió cuando en el año 1085 el Rey Alfonso VI toma para su reino la ciudad de Toledo, y con ella el valle del Tajo, máxima aspiración de los reyes castellanos.

 

Tras la reconquista, la aldea de Almonacid quedó en poder directo del Rey, bajo la tutela del castillo de Zorita, siendo gobernador del mismo Alvar Fáñez de Minaya, primo del Cid.

 

El nombre de Almonacid descendía de “Almunia-sidi” o “Almonescir” evocando con su nombre la huerta del señor con abundante agua o un viejo monasterio visigodo o una rábita musulmana.

 

El Rey Alfonso VII en 1152 el Rey donó Almonacid al Conde don Ponce de Cabrera y en el año 1174 la vendió a don Pedro Martínez de Magan, siendo la mujer de éste, Doña Sancha Martínez, quien en 1176 donó la aldea a la Orden de Calatrava y pasó a ser “adegaña” en el Común de la Tierra de Zorita. A partir de este momento, y en las bulas iniciales de fundación y confirmación de la Orden, dadas por los Papas Gregorio VIII (1187), e Inocencio III (1199 y 1214), aparece Almonacid como una de las posesiones o lugares de la Orden de Calatrava.

 

Dentro del Común de Villa y Tierra de Zorita, el Concejo de Almonacid era uno más de los que lo conformaban. Tuvo la categoría de aldea desde el primer momento en que se constituyó el referido Común, en la segunda mitad del siglo XII, hasta mediados del siglo XV. La primera ocasión en que se cita a Almonacid como Villa es en 1455. El hecho de haber alcanzado este título, que se conseguía por nombramiento real, a propuesta del Maestre de Calatrava, indica el crecimiento de Almonacid.

 

La Orden de Calatrava surgió en 1158, cuando el abad Raimundo de Fitero obtuvo, del Rey castellano Sancho III, la donación de la antigua fortaleza de Calatrava “La Vieja”, con todo su territorio, para que desde allí atendiese su defensa y la de las tierras llanas del Guadiana, cerca de la frontera andalusí, de la invasión de los almohades. En 1164 el papa Alejandro III entregó la Bula que declaraba a la Orden de Calatrava filial del Císter. Una nueva y definitiva Regla fue dada por el Capítulo General de la Orden de San Bernardo en 1187.

 

Durante la Baja Edad Media se estableció la división de la Orden en Partidos, que fueron tres: el de Calatrava, el de Andalucía, y el de Zorita. Éste era el más pequeño en extensión, pero el más antiguo. A su vez los partidos fueron divididos en Encomiendas, y a una de las siete de Zorita perteneció Almonacid.

 

A lo largo del siglo XVI, Almonacid se constituye como cabeza de la Encomienda, siéndolo también del Partido que hasta entonces se había denominado de Zorita. El motivo de este cambio ocurrió, al ser vendidas Zorita y Pastrana por el Emperador Carlos, dentro de su programa de desamortización de los bienes eclesiásticos y de la Órdenes, para hacer frente a sus múltiples empresas guerreras. Doña Ana de la Cerda, condesa viuda de Mélito, compradora de Pastrana, Sayatón, y Escopete, intentó también la compra de Almonacid, pero no contaba con el firme propósito de los vecinos de Almonacid de continuar siendo vasallos de tan sólo el Rey, y por tanto seguir adscritos al Señorío de la Orden de Calatrava, mucho más suave que el de cualquier otro individuo particular.

 

Se consiguió que el Emperador diera un privilegio en el que reconocía que Almonacid seguiría por siempre perteneciendo a la Orden de Calatrava, y siendo por tanto de señorío real, sin poder ser enajenada a particular alguno. Para ello, el pueblo se comprometía a pagar dos millones de maravedís, (unos cinco mil ducados), lo cual haría efectivo en el plazo de dos meses. La forma de hacer frente a aquel gasto fue pedir un préstamo, concedido por don Hernando de Córdoba, Clavero de la Orden, y para pagarlo, el Concejo vendió muchos bienes propios, como cañamares, casas y otras cosas, bienes que compraron los mismos vecinos de Almonacid. La Merced del Rey fue dada en Logroño, el nueve de junio de 1542, guardándose hoy todavía el original en el Archivo Municipal de esta Villa. Hubo un intento posterior de compra por parte de los descendientes de doña Ana de la Cerda, el secretario real don Ruy Gómez de Silva, ya poseedor de Pastrana, Zorita y Albalate, pero nada ocurrió.

 

A la Encomienda encabezada por Almonacid pertenecían, Fuentelencina, Hontoba, Moratilla, Illana, Yebra, y Borox. Tanto el Comendador como el Gobernador se trasladaron a nuestro pueblo, y la Orden cuidó con especial mimo a Almonacid, mejorando los riegos del término, cuidando las presas de Bolarque, sus molinos y batanes, etc.

 

En el siglo XVII, Almonacid es tanto cabeza de partido de la Orden de Calatrava, como también cabeza de un partido de la provincia de Madrid, abarcando este último más pueblos que aquel, a saber: Albalate, Albares, Almoguera, Ambite, Anchuelo, Baztán, Los Santos de la Humosa, Corpa, Loeches, La Olmeda de las Fuentes, Pozuelo del Rey, Pezuela de las Torres, Santorcaz, Villar del Olmo, Villalvilla, Yebra, y Zorita de los Canes. Esta organización administrativa estuvo en vigor hasta la reforma administrativa de Javier de Burgos, del año 1837, en la que los pueblos del partido se repartieron entre las provincias de Guadalajara y Madrid, quedando ya con la configuración actual, adquiriendo la categoría de cabeza de partido la villa de Pastrana.

 

El inicio del siglo XIX, y con él la época contemporánea, trajo nuevamente aire de guerras e inquietudes. En Almonacid seguirá siendo la Orden de Calatrava su dueña y señora, nombrando el Rey por su gobernador, alcalde mayor, o capitán a guerra, a un destacado funcionario o noble cortesano, que ejercía la representación de la Orden, y por la tanto del Rey en la Villa y todo su partido, y se ocupaba en hacer cumplir las leyes y mandatos reales, así como supervisar la cobranza de impuestos.  La Guerra de la Independencia, que fue dura en toda España, en la Alcarria supuso algunas duras campañas, siempre protagonizadas por Juan Martín “El Empecinado” contra las tropas destacadas en Sacedón, Auñón, Alcocer y Pastrana. 

 

La revolución liberal que se inició en España tras las Cortes de Cádiz en 1812, supuso la desaparición automática de los señoríos, y por la tanto la abolición de los cargos que ejercían ese señorío. Desaparece la figura del Gobernador del Partido o Capitán a Guerra, siendo sustituida por la del alcalde constitucional. El primer alcalde Constitucional de Almonacid fue Miguel Burgueño Lozano. 

 

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